martes, 10 de febrero de 2015

La cortesía con los clientes

Vivir en sociedad es complicado. Las interacciones son múltiples y muchas veces, nuestros intereses pueden ser distintos o incluso rivalizar con los de aquellos que nos rodean. Dice un proverbio chino: “Ser amable es ser invencible”.
No importa si estamos de acuerdo o no, con los demás en un determinado aspecto: la cortesía siempre facilita las cosas.
¿Cómo podemos aplicar la cortesía con nuestros clientes sin que parezca forzado?
A partir de aquí, avanzar desplegando flechas y que vaya apareciendo el texto vinculado a cada etapa
  • Saluda siempre a tus clientes con amabilidad, evitando las fórmulas demasiado breves. Un escueto “hola” puede sonar forzado o indiferente; un “buenos días, ¿cómo estás?” resultará mucho más amable.
  • Utiliza las fórmulas clásicas de cortesía (“gracias”, “de nada”, “un placer”…). Como clientes (conscientemente o no) las agradecemos.
  • Antes de entrar en “materia”, dedica un tiempo a “crear atmósfera”: en un primer contacto, frases del tipo “¿en qué puedo ayudarle?” pueden serte útiles. Si ya conocemos a nuestro cliente y hay confianza, podemos interesarnos por su familia o cualquier otro aspecto que esta persona considere relevante.
  • Haz que los demás se sientan importantes: esfuérzate por retener el nombre de tus clientes y empléalo, de cuando en cuando, en la conversación.
  • Aprende a decir “lo siento” de una manera asertiva: si hemos cometido un error es importante que nos disculpemos con amabilidad, pero mostrando seguridad en nosotros mismos: una actitud demasiado servil o por el contrario arrogante, puede deteriorar nuestra imagen ante el cliente.
  • Evita aquellos gestos que puedan molestar a nuestros clientes: fumar, mascar chicle, comer, etc.
  • Muestra respeto en el uso del lenguaje. Salvo en entornos muy informales o con gente muy joven, es preferible que empleemos el “usted”, a la hora de dirigirnos a nuestros clientes o les preguntemos si podemos tutearles. Si la persona desea un trato más informal, nos lo hará saber. En este sentido, es preferible “pasarse” de formal que quedarse corto.
  • Cuida la expresión de tu rostro y tu lenguaje corporal en todo momento, pero muy especialmente cuando discrepes con el cliente. Tanto nuestra cara como nuestros gestos dicen mucho de lo que pensamos y sentimos: ser amable solo con palabras no es suficiente; tus gestos también deben serlo.

¿Qué aportan las redes sociales a la empresa?

Para las marcas, para las empresas, las redes sociales suponen una forma de desarrollar todos estos elementos:
 - Creatividad: permiten explorar y explotar nuevas maneras de conectar con el cliente.
-  Cobertura: llevan a posibilidad de alcanzar a un target de potenciales consumidores mucho mayor.
-  Comunicación: ofrecen otro canal de comunicación mucho más directo y de tú a tú.
-  Confianza: convierten a las marcas en relevante para el consumidor a quien le ofrecen la posibilidad de interactuación con ellos.
Las empresas tienen que ser conscientes que el consumidor quiere participar, colaborar y opinar sobre ellas. Escuchar a los clientes hará a la empresa más fuerte.

Aquí tenéis algún ejemplo de casos de éxito en redes sociales:
http://www.puromarketing.com/42/18112/casos-exito-demuestran-potencial-beneficios-social-media.html
Y también os enlazamos al V Estudio Anual sobre Redes Sociales:
http://es.slideshare.net/elogia/v-estudio-anual-de-redes-sociales-de-iab-spain-y-elogia